Bienvenidos a este espacio dedicado al perro "carea leonés" o "perro de pastor leonés". Aquí podreís encontrar información a cerca de esta raza y también conocer algunas reflexiones y opiniones personales, basadas en mis vivencias y en las de otras personas con estos magníficos y desconocidos perros, así como en la información que he recabado con el tiempo, en torno a ellos.
Es también un homenaje a mis raices, a los pastores, a las tradiciones y a mi tierra: El Viejo Reino De León.

lunes, 22 de marzo de 2010

El entorno del carea leonés. Origen y adaptación

Carea Leonés vigilando al rebaño

El carea leonés es un perro cuya morfológia y caracter han sido moldeados por su entorno, tanto físico como humano.
En cuanto al primero, se puede decir que esta raza tiene su origen en las comarcas de la mitad sur de la provincia de León y norte de Zamora. Esto fue así, pués son zonas agrícolas en las cuales los cultivos compartían su existencia con los rebaños ovinos. Para que dicha convivencia llegara a buen puerto, y debido a la escasez de pastores que hubo en algún momento concreto  (en los años 40 del S.XX debido a las bajas que generó la guerra civil), y  como el número de cabezas podía ser elevado, fue necesario recurrir a un "pinche" o ayudante que controlara al ganado ante la tentación, y este no pudo ser otro que el carea leonés. Es más que posible que ya existieran mucho antes por esas latitudes (desde mediados del S.XIX), pero fue la posguerra con sus dificultades, la que ocasionó una proliferación más acusada  de este tipo de perros y una definición más concreta en sus características.

 Ganadería de José Alvarez, natural de Robledo de Babia, en los campos de Celada de la Vega, donde se combinan las zonas de pasto libre y los campos agrícolas. Al fondo Astorga cuyo entorno es rico en careas leoneses.

Con el tiempo y una vez demostrada su utilidad, los careas se fueron extendiendo por el resto de la geografía leonesa y allí donde había rebaños, había careas. Pero para llegar a este punto, hay que tener en cuenta una serie de circunstancias geográficas, económicas y sociales ligadas al mundo de la ganadería.

 Carea Leonés evitando que las ovejas entren al maizal en San Martín Del Camino, León. Podemos observar el paisaje típico de una zona de influencia de esta raza

Fue en este entorno (antiguo Reino de León) donde se desarrolló la raza debido a que la Trashumancia hacia extremadura perdió su fuerza en la segunda mitad del  S.XIX, una vez que el Real Concejo de la Mesta desapareció  (tras la expulsión de los franceses y la reestructuración del país) y con ella los privilegios reales de los rebaños, lo que provocó el progresivo desmantelamiento de las grandes cabañas. En un momento dado los pastores leoneses, asalariados de estas grandes cabañas, aún teniendo sus propias cabezas de ganado integradas en los rebaños de los amos, y que trashumaban a extremadura y a La Mancha, dejaron de bajar tan al sur y prefirieron pasar los inviernos en el sur de la provincia leonesa dando paso a una nueva forma de pastoreo denominada Transterminancia.

Rebaño trasterminante propiedad de José Luis Prieto Álvarez, a su llegada a las montañas de Babia, procedente de la ribera del Órbigo. Años 70

Teniendo en cuenta que tres de las principales Cañadas desembocaban en las montañas de León (Laciana, Babia, Luna, Omaña y La montaña oriental leonesa) y que muchos de los pastores contratados por las grandes ganaderías eran autóctonos de dichas montañas, tenemos aquí el caldo de cultivo necesario para que muchos de estos pastores se decidieran a crear sus propias ganaderías y ahorrarse el agotador trayecto hasta tierras hermanas como eran las extremeñas, con las que nos han unido durante siglos, y gracias a la Trashumancia, unos lazos muy sólidos. Hermandad que ya se había forjado algunos siglos antes cuando los romanos decidieron unir dos emblemáticas ciudades como eran Asturica Augusta (Astorga) y Emerita Augusta (Mérida) por medio de "La Vía de La Plata", pero eso, es otra historia...


Los rebaños trashumantes no llevaban careas pues los inviernos que pasaban en Extremadura no los exigían. La razón es que los grandes propietarios de las cabañas contaban con extensas dehesas de pasto libre para que su ganado se alimentara tranquilamente sin dañar ningún campo de cultivo. En el verano subían a las montañas del norte donde los pastos eran arrendados y las ovejas tenían prioridad para pacer a sus anchas.
Tanto en Extremadura como en las montañas, no eran necesarios otros perros que no fueran los Mastines pues la amenaza del lobo era la mayor preocupación. 
Además existía una ley trashumante que prohibía la tenencia de otros perros que no fueran mastines, los cuales eran muy apreciados por su labor en la protección del "negocio" (Los mayores ingresos del pais durante algunos siglos procedían de la lana de las merinas).

Ganadería V. Morán en el puerto de montaña donde pasan el verano, cerca del límite con Asturias.

Cuando los rebaños comienzan a establecerse en el sur de la provincia de León (finales del S.XIX), tienen que adaptarse a una nueva situación en el pastoreo pues si bien había buenas zonas de pasto, la libertad que tenía el ganado para moverse y alimentarse, se ve reducida drásticamente por estar estas enmarcadas en zonas agrícolas. Para evitar problemas con los agricultores y aprovechar bien las zonas ricas para el ganado, los pastores tuvieron que multiplicarse en sus tareas y más tarde, adoptar medidas como fue la de acompañarse de un perro, que tras años de evolución y adaptación a dicho medio, resultó ser la mejor ayuda que obtuvieron. Estos perros fueron seleccionados de forma natural,  por su funcionalidad, por la adaptación al clima extremo (intenso frio e intenso calor), por su resistencia a las largas y agotadoras jornadas, por su austeridad a la hora de comer y por la adaptación al medio físico: Las llanuras del fértil sur, el monte bajo de la maragatería u otras zonas similares y a las peñas de las montañas que visitaban todos los veranos (si bien aquí su trabajo es menos exigente que en el sur, pues sólo se dedican a recoger y evitar la dispersión del ganado).

 Cachorro de Carea Leonés y Mastín adulto, ambos de la Ganadería Morán, aguardan el comienzo de la jornada en la montaña ( Verano 2009).

Como han demostrado gran polivalencia con cualquier tipo de ganado (ovino, bobino e incluso equino) y gran adaptación al medio, se puede encontrar Carea Leonés tanto en la montaña como en el resto de la provincia de León, destacando en Las comarcas del Esla, Maragatería, ribera del Orbigo y Tierra de campos. Zonas eminentemente agrícolas pero en las que cada pueblo tiene una majada o redil con su correspondiente rebaño. Rebaños que pueden constar de varios cientos de cabezas, llegando incluso al millar.

Sobre estas líneas, Veguellina de Orbigo. Como todos los pueblos de la fértil ribera del Orbigo, se encuentra rodeada de jugosos cultivos. En esta comarca al igual que en otras como el Páramo destacaba el cultivo de remolacha (al menos, hasta el cierre de la fábrica azucarera que había en esta población) y que tan apetitosa le resulta a las ovejas por su sabor dulce. En estos pueblos el Carea Leonés ha sido muy necesario.

Rebaños y cultivos conviven gracias al Carea Leonés

Rebaño de Manuel Fernandez transitando por la Comarca del Orbigo

También en Zamora se localizan gran número de careas y sin salirnos de La Región Leonesa, en Salamanca se puede hallar ejemplares  en zonas tales como Béjar o Ledesma, ambas con tradición trashumante. Y aunque el carea es Leonés en origen, también podemos encontrar ejemplares en Castilla a donde llegaron via Tierra de campos, sobre todo en la vecina provincia de Palencia.
Es más, he conocido a dos extremeños, de los cuales, uno de ellos había ejercido de pastor en su Cáceres natal, que me han asegurado ver careas leoneses en su tierra lo cual no me ha estrañado mucho por la conexión a la que hacía referencia anteriormente entre nuestras dos regiones.
Como resultado de estos factores geográficos, climáticos, agrícolas y humanos surgieron los careas y sus cualidades totalmente adaptadas a dichos factores: Resistencia, rusticidad, agilidad, fortaleza, inteligencia, predisposición al trabajo y obediencia que sus dueños les exigían.

Más datos sobre el origen y la historia del Carea Leonés en los siguientes enlaces:

Revista "TODO PERROS" . Articulo de 1997